Para mí la percepción del tiempo es personal e intransferible, como las tarjetas de embarque del avión. Y entonces, ¿qué hacemos para sentir que llegamos a todo? Primero, hay que usar mucho sentido común, y eso a veces se nos olvida; y segundo, existen herramientas súper útiles para ayudarnos en el día a día a digerir las múltiples tareas que se pueden llegar a acumular y tatuarse con el nombre de procrastinación en nuestra pierna. Y brazo. Y pie.
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