Adolescentes y RRSS: ¿Por dónde empezamos?

Si juntamos estas dos palabras: adolescentes y redes sociales, seguro que como personas adultas, padres o madres nos planteamos: ¿por dónde empezamos? Y si encima somos ‘plumillas’ que comenzamos con una Hispano-Olivetti y que ahora nos defendemos en el plano digital: ¿y cómo acaba esto?

Desde luego, ‘la cosa digital’ irrumpió en algún momento de nuestras vidas como un ente de relleno, complementario. El mismo que con el paso del tiempo se ha vuelto indispensable y ha pasado a generar en muchos aspectos de nuestro día a día un entorno virtual cotidiano. Y la pandemia ha acrecentado ese tránsito de la realidad impersonal e individual en la que convive nuestro otro yo digitalizado.

¿Y cómo afrontan los y las adolescentes esta realidad que asimilamos? Porque ya han crecido conviviendo con ese plano digital. ¿Cómo les enseñamos las bondades y usos de la red sin caer en las trampas de la adicción, la imposibilidad de desconectar, la importancia de preservar su intimidad o la cautela de no ‘confesarse’ con desconocidos?

Control no, educación sí

Sinceramente, nunca he sido muy pro ‘controles parentales’, quizá porque como periodista de formación no me van las censuras. Bastante tengo con las que ya me impongo y ahí creo que radica el quid de la cuestión. Si en algo podemos ayudar a quienes atraviesan la adolescencia es en acompañar, aconsejar y educar para que sean ellos y ellas quienes en ese mundo individual aprendan a manejarse con criterios de rigor. Para que puedan madurar y discernir entre lo que está bien y lo que está mal, que sepan ponerse los mismos límites que les va a exigir también la vida real.

Me harto de decirles a mi hija y a hijo: ´´«Divertíos sin que implique perjudicar a terceros. No queráis para los demás lo que no querríais para vosotros. No transitéis solos por caminos desconocidos. Sabed guardar un secreto. No defraudéis a vuestras amistades. Y algo muy importante: si bajas la persiana cuando te vistes, ¿hace falta que te diga que esto sirve para este mundo en red?

Renglones torcidos

No podemos ser una policía censora, solo somos padres y madres, también es verdad que nuestro sofá o su habitación no son un parking para que  permanezcan aparcadas y conectados a una pantalla ya sea de TV, Play, Tablet o Smartphone, según el caso. Ahí es donde se ve nuestro verdadero papel como personas que educamos y cuidamos, y hay que saber repartir bien el tiempo entre estudios y deberes, familia, ocio o tareas domésticas. Al final, bendita sea la rutina, la que nos sirve para avanzar seguro, aunque veamos en el camino ‘renglones torcidos’.

Pere Ferrer Sanchis, consultor en Comunicación en Agua y Sal Comunicación. Podéis seguir las andanzas de Pere en Twitter e Ig.

 

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