Blog

Literatura que permanece

En este Día Internacional del Libro hacemos homenaje a una de las pasiones que compartimos como equipo: la literatura. Para ello hacemos un breve recorrido por nuestras últimas aventuras a través de vidas ajenas e historias que ahora ya son también un poco nuestras.

A Belén Vilarroya le ha impactado ´´últimamente Chacal, de Frederick Forsyth, y así nos lo cuenta. «Me ha encantado sumergirme en unos años convulsos para la historia de Francia que desconocía por completo. Una trama de espionaje descrita de tal modo que, no solo te imaginas los ambientes en los que transcurre, sino que llegas a experimentar las mismas sensaciones que viven los protagonistas. Y, además, he aprendido un poco más de la historia de Francia y de la política post Segunda Guerra Mundial».

Pere Ferrer ha leído Cuadernos ucranianos y rusos. Una novela gráfica que describe así: «Es cruda, muy cruda, y trata sobre diferentes etapas de la historia reciente de Ucrania y sus vínculos con la antigua Unión Soviética a través de las miserables vidas anónimas y no tan anónimas de personas ucranianas y rusas. Muy recomendable para entender el trasfondo bélico que vivimos estos días y el que sufre el pueblo ucraniano en primera persona».

Nuestra directora, Desirée Tornero, acaba de leer Sira, de María Dueñas. Después de El tiempo entre costuras no ha podido resistirse a acompañar en sus intrépidos viajes a Sira Bonnard – antes Arish Agoriuq, antes Sira Quiroga. «En esta novela se hace pasar por periodista inglesa en Madrid, justo cuando Eva Perón visita España, por lo que en ocasiones me transporto a esos momentos. Jerusalén, Londres, Madrid y Tánger son los escenarios por los que transita la bella e inolvidable Sira».

María de Quesada lleva un año de amor con la literatura africana en lengua portuguesa y esta vez le ha tocado a José Eduardo Agualusa, escritor angoleño y autor de, entre otros, O vendedor de passados. «En esta obra, que a veces parece irreal, irrumpe, sin embargo, el realismo brutal del poscolonialismo en Angola. Una historia contada por una lagartija sobre un señor que vende pasados a quien quiera cambiarlos, porque después del colonialismo y una guerra civil con secuelas hasta hoy, ¿quién no querría cambiar su vida anterior? Con un final impensable. ¡Muy recomendable!».

Cora Raga no puede parar de leer la saga de Los Bridgerton, de Julia Quinn. Su reseña: «Las tramas que dejan abiertas en la segunda temporada de la serie que adapta Netflix me dejaron muy intrigada. Me pudo el ansia por descubrir qué pasaba en la vida de la saga familiar Bridgerton y me enfrasqué en el tercer libro. Hay nueve en total, uno por cada hermano/a y el extra, Te doy mi corazón, que cuenta la historia del segundo hermano, Benedict. Y aunque comienza al más puro estilo “Cenicienta” al final la trama va cobrando forma en una entretenida novela de fácil y rápida lectura, ideal para pasar un rato ameno si te gustan las historias románticas y un poco picantonas. PD: Ya he terminado casi el cuarto libro».

María José Moreno acaba de terminar Por si las voces vuelven, de Ángel Martín y comparte su opinión. «El humorista y guionista de televisión ha escrito un libro que recoge su testimonio en primera persona sobre la locura. El autor experimenta una crisis psicótica y desde su experiencia intenta explicar qué sentía y cómo lo vivía por si puede ayudar a alguien que se encuentre en su misma situación. Además, gracias a la repercusión del libro, ha puesto en marcha un pódcast con el mismo título donde pretende dar visibilidad a las enfermedades mentales».

Y si esto te parece poco, ¡tenemos más aquí!

¡Cuéntanos lo que lees!, nos interesa.

El equipo de Agua y Sal Comunicación

Jóvenes en red

¿Cómo vive la juventud en este mundo virtual?

Los tiempos evolucionan y con ello las maneras de comunicarnos. La gente más joven nos hemos ido adaptando a los nuevos medios, han surgido nuevas redes y han ido quedando atrás las que se solían utilizar hace años. Las personas adultas siguen presentes en las redes que aparecieron antes (como Facebook o LinkedIn), mientras nosotras/os no sabemos ni cómo funcionan y nos hemos iniciado con las que se han convertido en tendencia. 

Tuenti, Musically y más

Hace aproximadamente diez años, Tuenti fue la primera red social con la que la gente de mi edad (tengo 19 años) empezó a introducirse en todo este mundo digital; luego pasamos a Instagram, y desde ese momento hasta ahora seguimos en ella. Además, en 2019 empezó a hablarse mucho de TikTok, que la continuación de lo que antiguamente era Musically. Todas son redes, pero cada una tiene un ambiente para comunicar muy diferente.

Últimamente, se está poniendo de moda la red social Twich, donde streamers transmiten vídeos en directo; aunque a mí, personalmente, no me llama la atención. Instagram se utiliza para subir fotos donde salgas guapo/a y para recibir elogios de quienes te siguen, y para compartir mediante publicaciones, y sobre todo historias, lo que haces en tu vida. No todo el mundo tiene la misma visión de esta red, pero la gran mayoría de la gente la utiliza para hacer ‘postureo’ y dejar ver solamente la parte bonita de su vida.

En cambio, TikTok es totalmente diferente, el ambiente y la comunidad de esta red es mucho más espontánea, subes vídeos de lo que pasa ‘realmente’ en tu vida, cuentas anécdotas graciosas y mucha gente sube vídeos dejando ver tal y como es, cantando o bailando, y con la finalidad de hacerse virales y que el resto te conozca porque «Ohhh, tú eres la del vídeo».

Influencers y haters

Todo esto está muy bien, sirven para entretenerse y muchas veces te sientes identificada con todas estas publicaciones, pero como todo, tiene una parte negativa. La gente que las utiliza muchas veces es gente anónima sin ningún tipo de escrúpulo para decir lo que piensa y muchas veces acabas creyéndote los comentarios de haters o haciendo que tu autoestima dependa de cuántos likes tiene el vídeo o foto, y cuántos comentarios de los que me han puesto son buenos y cuáles no, con lo cual, todo esto también es peligroso porque puede afectar directamente a tu salud mental.

Otro tema interesante del que hablar, y se puede relacionar también con la autoestima, son los y las influencers. Estas personas enseñan su vida a través de las redes: anécdotas, moda, situaciones cómicas, música… Esta gente tiene algo destacable por lo cual se han hecho populares y por ello muchas personas les envidian y empiezan a compararse, y otras muchas les admiran y apoyan.

Redes sí, ¿y en persona?

Pasando a hablar de la comunicación entre la gente más joven, las redes aquí también tiene su parte positiva y negativa. Por un lado, puedes tener contacto con quien quieras en el momento que quieras, y eso realmente es bueno porque estás constantemente hablando con tus seres queridos o con gente con la que directamente quieres comunicarte. El problema puede venir cuando no pasa de ahí y se desvaloriza el estar tomándote algo y hablando de la vida con cualquier amigo en un bar, porque como puedes contárselo por mensajes, ¿para qué vas a quedar con esa persona?

No digo que siempre sea así, pero mucha gente, y me incluyo, ha dejado pasar tiempo hablando por mensajes y sin ver a determinada persona cara a cara y poco a poco se ha ido perdiendo la relación. Esto también se ha visto afectado por la pandemia, es decir, se ha incrementado el estar en casa sin contacto físico y hablar por teléfono, con lo cual, nos hemos acostumbrado a ello.

También hemos dejado de lado los libros físicos para pasar a leer a través de una pantalla y escribir con un teclado en vez de con boli y papel, y eso también reduce la emoción y la intensidad con la que vives el momento de pasar la página y querer saber más de lo que está pasando.

En conclusión, las redes tienen sus partes positivas y sus partes negativas. Sin embargo, nunca tenemos que olvidar que todo está pasando a través de una pantalla y tenemos que vivir nuestro día a día en el mundo real.

Lara Merino es estudiante de Márquetin digital en Capitol y está haciendo sus prácticas en Agua y Sal Comunicación. La puedes encontrar en Instagram como @Larameerino

WATCHMEN

El hastío mediático

¿Qué fue de La Palma y su volcán de Cumbre Vieja? ¿Dónde se metieron Casado y Ayuso? ¿Ya acabó la legislatura en Castilla y León? ¿Cuánto subió hoy la luz? ¿A qué hora pone, finalmente, la Ministra Ribera una lavadora? (ironía). O una más difícil: ¿Alguien recuerda la Prima de Riesgo? Así son los medios y así nos llevan hasta el hastío ¿o son ellos los que ante la caída de las audiencias dan un giro y ponen el foco en otro tema, otro sitio, otro conflicto?

Ya nos vino pasando con la pandemia, algo que siguen estirando, porque los muertos, los de cada día merecen un respeto, pero ya pocos entendemos si los decesos son de las últimas 24 horas, o si corresponden al conjunto del Estado, porque llegó un momento que los números se descuadraron y tan solo retenemos el dato de la incidencia acumulada por cada 100.000 habitantes, aunque vivamos en un núcleo poblacional con un cero de menos y entonces todo se vuelve más porcentual, más abstracto, más de tertulia de café literario para los que vamos más sueltos de palabra que de valores numéricos.

Los medios nunca han sabido relativizar, exprimen los asuntos, los temas y a sus protagonistas hasta dejarlos secos, nos imponen una agenda mediática, sin reparar en que muchas cuestiones no merecen un trato tan pormenorizado, si por ejemplo nos referimos a secciones de ‘corazón’ o ‘sucesos’. Es una opinión.

En cualquier caso, me conmueve la sociedad (personas anónimas, colectivos, ong’s y asociaciones) que estos días y siempre de forma desinteresada se movilizan por las gentes de Ucrania. Del mismo modo que proclamo mi más áspero rechazo a aquellos hipócritas pseudo progres que con la boca pequeña entonan un tibio rechazo a la injustificable invasión orquestada por ese personaje que es Putin, al que le debe haber generado el bótox alguna disfunción neuronal para acabar ordenando semejante perrería.

Y en este caso, si me pego a las noticias es para desear que la cordura se imponga ante tanta barbarie. Necesitamos dejar atrás una pandemia, recuperar nuestra salud mental, nuestra economía, nuestra vida como la conocíamos… Mientras en Ucrania, un país no tan lejano, luchan por salvarla.

¡Qué cesen pronto las noticias sobre Ucrania, quizá sería esa la mejor de las noticias!           

Artículo publicado en la edición de marzo de El Periódico de Aquí. Pere Ferrer Sanchis es consultor en Comunicación en Agua y Sal Comunicación. Podéis seguir las andanzas de Pere en Twitter e Ig.


Gracias y adiós, 2021

¿Cómo has vivido los pasados doce meses?, pandémico, frenética o como sea que te hayas sentido , se está acabando. Toca revisar, rememorar y agradecer, ¿por qué no? lo que nos haya enseñado, para dar la bienvenida a un nuevo año que llega envuelto en lazos de seda mental. ¿Cómo será?, ¿qué nos traerá? Recapitulemos y proyectemos pues, qué sera de «nos» en 2022.

Hemos vivido 2021 como en una montaña rusa: contagiados, confinadas, recuperados, vacunadas, pasando página y en estos últimos días de año, de nuevo preocupados. En lo laboral, primero a medio gas, luego cogiendo velocidad de crucero y acabando atacados. En lo personal y familiar, igual de frenético, porque los hijos e hijas, ya nos lo dijeron y no le dimos importancia, pero no nos permiten bajar el ritmo.

Así que para 2022 proyectemos mucha paz y perfeccionemos nuestra capacidad de relativizar. Seguro que nos ayuda y ayudaremos sin saberlo a terceras personas.

Pere Ferrer

En el plano profesional, 2021 ha sido para mí un año muy especial porque he entrado a formar parte del equipo de Agua y Sal Comunicación. Un equipo formado por compañeras y un compañero que me hacen sentir valorada y respaldada. A nivel personal, este año también ha sido intenso. Sobre todo, por la maldita pandemia que no da tregua a esta cabecita mía.  Sin embargo, me quiero quedar con lo bueno y me voy a quedar con lo bueno. Con ver crecer a mis hijas, que siempre llenan mis días de cariño, y con tener a mi familia y a mis amistades siempre a mi lado. Y eso es, precisamente, lo que le pido a este nuevo año que está a punto de comenzar. Tener y sentir el calor de mi gente siempre muy cerquita.

Belén Villarroya 

Este año que dejamos atrás ha sido un año de retos. La situación provocada por la pandemia nos está poniendo a prueba a todo el mundo y parece que llegamos a 2022 de la misma manera. En estos momentos, cuando aflora lo mejor y lo peor, me quedo con lo bueno, que ha habido mucho. Siempre gracias a un equipo resilliente y clientes y clientas que nos siguen apoyando. También ha sido el año de La niña amarilla y eso se merece todos los aplausos del mundo.

Al año que estrenamos le pido más empatía con todo lo que está ocurriendo, más comunicación y, sobre todo, más amor en todo lo que hacemos.

Desirée Tornero

En 2021 he recibido muchos regalos, y el más grande ha sido saber que me acompañan en la vida personas de una calidad humana increíble. Ha nacido un proyecto de vida que comparto con todas ellas, La niña amarilla, y que ahora es también de todas ellas. Desde Edurne Pasaban y las personas que dan su testimonio en el libro a mi familia, mis compis de Agua y Sal, mis amistades y aquellas personas a quienes me he ido encontrando viviendo esta increíble aventura, entre profesionales, supervivientes y sobrevivientes del suicidio. Estoy más que agradecida y abrumada del amor que hay en el mundo. Soy consciente del sufrimiento, de la enfermedad, de la muerte, del dolor y de la tristeza que también hay. Sé que forman parte de la experiencia vital y me han enseñado visitándome más de una vez; y, sin embargo, siento que en la balanza de la vida siempre pesa más el amor. Y proyecto más amor para todo el mundo durante 2022.

María de Quesada

Si miramos atrás, el balance es positivo. Buenos recuerdos en familia, proyectos laborales que han salido adelante y sobre todo que veo crecer a mis hijos. Una mirada alegre de tres años que te devuelve a lo importante en los días más difíciles y un preadolescente que cuando le pregunto qué le ha gustado de 2021, me dice que no ha habido apenas enfados y el baloncesto. Lo dicho, ellos saben lo que vale la pena. Para el próximo año, espero con ilusión las sorpresas que deparará y seguir aprendiendo cada día.

María José Moreno

Desde luego resumiría este 2021 con una palabra: SUPERACIÓN.

Este año nos ha puesto muchos retos por delante, montañas que parecían inexpugnables y de las que ahora, tratamos de disfrutar de sus vistas. Aceptando cómo ha sido la escalada hasta la cima, quedándonos con los momentos que han valido la pena y lo que hemos aprendido del trayecto que hemos recorrido de la mano con amor y respeto. Parece un tópico pero este año he sentido como nunca ese sentimiento.

Y en cuanto a propósitos, tiro de nuevo de los más manidos, en 2022 voy a cuidarme más en todos los aspectos de la vida.

Cora Raga

 

La estrategia de comunicación es la clave

La estrategia de comunicación de las empresas y de sus posibles distintas marcas siempre ha sido determinante para alcanzar el éxito empresarial. Otra cosa bien diferente es que, justo ahora, se reconozca más que nunca, debido a ese escenario cambiante post pandemia.

Si algo hemos aprendido quienes somos responsables de comunicación en las agencias es a sacar lecturas positivas tras una situación crítica. Y, vaya, sí lo ha sido y sigue siendo, el hecho de lidiar con un virus que ha afectado al ‘mundo mundial’, si se me permite la expresión.

Son muchas las lecciones aprendidas y es momento de que organizaciones y empresas pongan en práctica las conclusiones que sacan de ellas. Por nuestra parte, las agencias de comunicación, publicidad y/o relaciones públicas deben hacer valer esa función de acompañamiento, de marcar esa nueva senda que la sociedad demanda: mayor transparencia, proximidad y generar canales bidireccionales reales que permitan a las empresas y sus marcas analizar e interpretar los datos recibidos para lanzar respuestas adecuadas. Al tiempo que deben generar estrategias flexibles y cortoplacistas, porque el entorno ya hemos visto que cambia a velocidad de vértigo.   

Cómo nos ven

A las empresas y marcas ya no les vale ‘sacar pecho’ por sus logros, hitos o trayectorias. Tampoco es que carezcan de valor, pero sí que es verdad que el verdadero valor radicará en que quien consume, usuarias, clientela, personas asociadas o como queramos llamarles sigan confiando en nuestro trabajo mañana. Por eso lo importante hoy, en una estrategia de comunicación, es cómo queremos que nos vean mañana como empresa.

Y, desde luego, sin haberlo citado, estamos hablando en todo momento de incorporar la función digital a todos los procesos y en el área de la comunicación; porque la digitalización adquiere un papel, si cabe, más protagonista en el día a día de las marcas, organizaciones y compañías.   

Pere Ferrer Sanchis es consultor en Comunicación en Agua y Sal Comunicación. Podéis seguir las andanzas de Pere en Twitter e Ig.

La contracrónica de los V Premios AQUÍ TV

El premio es conseguir hacer una gala desde Bétera (València) para toda España  Han ido pasando los días y todavía me sorprendo de la capacidad que tiene el equipo que dirige Pere Valenciano, con él al frente, para montar semejante ‘pollo’ como el de estos quintos premios AQUÍ TV.

La idea era, en sus orígenes, entregar unos premios por votación popular, cubriendo el vacío que dejaron los desaparecidos TP de Oro. Reforzado todo ello por la debilidad que siempre ha tenido nuestro Pere, el Valenciano, por un medio como la ‘tele’. Por ello, y recuperando el argumento de inicio de los Vengadores de MARVEL (que me viene al pelo), la idea era reunir a una serie de profesionales capaces de salvar al mundo o por lo menos poder vengarlo. La organización de los Premios AQUÍ TV partía de la misma noble premisa: reunir a un gran grupo de profesionales, enfocados a hacer posibles unos premios nacionales a lo mejor de la televisión y con el reto de salir del círculo de poder de Madrid o de las ciudades – compromiso político que siempre ejercen Barcelona o Sevilla.

El premio

¡Vamos, que había que echarle ganitas! Y doy fe, como un humilde colaborador más, de esa larga lista de compañeros que hacen posible estos premios. Ruido vamos haciendo, el glamur, las celebrities, los rostros conocidos de la tele, año tras año, van in crescendo, al igual que la repercusión y el interés por medios especializados del panorama audiovisual.

Así que el verdadero premio es hacer realidad esta gala, sabedores de que los que la van conociendo son los mejores embajadores para la siguiente edición. Con el paso de los años, hemos visto cómo Canet d’En Berenguer, El Puig o Bétera se han convertido, con el refuerzo de València para el posterior programa de actividades, en muy buenas y dignas sedes para unos premios que rompen la barrera de la meseta y nos permiten un ‘Viaje al centro de la tele’ desde la terreta.

Artículo publicado en la edición de noviembre de El Periódico de Aquí.  Pere Ferrer Sanchis es consultor en Comunicación en Agua y Sal Comunicación. Podéis seguir las andanzas de Pere en Twitter e Ig.

Adolescentes y RRSS: ¿Por dónde empezamos?

Si juntamos estas dos palabras: adolescentes y redes sociales, seguro que como personas adultas, padres o madres nos planteamos: ¿por dónde empezamos? Y si encima somos ‘plumillas’ que comenzamos con una Hispano-Olivetti y que ahora nos defendemos en el plano digital: ¿y cómo acaba esto?

Desde luego, ‘la cosa digital’ irrumpió en algún momento de nuestras vidas como un ente de relleno, complementario. El mismo que con el paso del tiempo se ha vuelto indispensable y ha pasado a generar en muchos aspectos de nuestro día a día un entorno virtual cotidiano. Y la pandemia ha acrecentado ese tránsito de la realidad impersonal e individual en la que convive nuestro otro yo digitalizado.

¿Y cómo afrontan los y las adolescentes esta realidad que asimilamos? Porque ya han crecido conviviendo con ese plano digital. ¿Cómo les enseñamos las bondades y usos de la red sin caer en las trampas de la adicción, la imposibilidad de desconectar, la importancia de preservar su intimidad o la cautela de no ‘confesarse’ con desconocidos?

Control no, educación sí

Sinceramente, nunca he sido muy pro ‘controles parentales’, quizá porque como periodista de formación no me van las censuras. Bastante tengo con las que ya me impongo y ahí creo que radica el quid de la cuestión. Si en algo podemos ayudar a quienes atraviesan la adolescencia es en acompañar, aconsejar y educar para que sean ellos y ellas quienes en ese mundo individual aprendan a manejarse con criterios de rigor. Para que puedan madurar y discernir entre lo que está bien y lo que está mal, que sepan ponerse los mismos límites que les va a exigir también la vida real.

Me harto de decirles a mi hija y a hijo: ´´«Divertíos sin que implique perjudicar a terceros. No queráis para los demás lo que no querríais para vosotros. No transitéis solos por caminos desconocidos. Sabed guardar un secreto. No defraudéis a vuestras amistades. Y algo muy importante: si bajas la persiana cuando te vistes, ¿hace falta que te diga que esto sirve para este mundo en red?

Renglones torcidos

No podemos ser una policía censora, solo somos padres y madres, también es verdad que nuestro sofá o su habitación no son un parking para que  permanezcan aparcadas y conectados a una pantalla ya sea de TV, Play, Tablet o Smartphone, según el caso. Ahí es donde se ve nuestro verdadero papel como personas que educamos y cuidamos, y hay que saber repartir bien el tiempo entre estudios y deberes, familia, ocio o tareas domésticas. Al final, bendita sea la rutina, la que nos sirve para avanzar seguro, aunque veamos en el camino ‘renglones torcidos’.

Pere Ferrer Sanchis, consultor en Comunicación en Agua y Sal Comunicación. Podéis seguir las andanzas de Pere en Twitter e Ig.

 

Y se cayó la «Zucker-red»

¿El mundo ha entrado en una espiral de apocalipsis en bucle o es cosa mía? No voy a enumerar aquí y ahora todos los males que nos acechan, es curioso que sean tantos y de tan diversa índole.

Pero ha habido uno estos días atrás que duró apenas unas seis horas y que a muchas personas se les hizo interminable ¡Se cayó la red del todopoderoso Zuckerberg! Al carajo Face, Insta y ¡oh, mon dieu! El canal de canales… ¡WhatsApp!

Whatsapp en barbecho

Había que ver los memes que circulaban por las redes ajenas a míster Mark sobre la desolación de influencers, marketinianos digitales, los social media managers… cómo les afectaba el habla, los tik y los tok en sus ojos desorbitados, los nervios y calambres en las manos. Muchas madres cayeron presas del pánico al quedarse los grupos de WhatsApp en barbecho repentino; vimos adolescentes sin saber que el aparatito del que no se despegan también sirve para hacer llamadas, a modo de teléfono góndola; y pillamos a viejóvenes fieles a la red azul sin poder curiosear por los perfiles ajeno; a quienes aman los filtros sin poder adulterar su última foto.

Un triunfo para las T’s

Pero también había que ver cómo los canales de las dos ‘Tes’ se frotaban las manos y hacían chanza del mal del vecino. Me refiero a Twitter y a Telegram, los primeros se dieron un baño de multitudes al grito de: ¡pasen y vean a mi pajarito en mi pisito! Mientras que los dueños del segundo al ver sus nuevas y múltiples descargas le dieron al vodka como nunca.
Desde luego, fue un ensayo, del que ya habíamos tenido algún aviso con anterioridad, de cómo se puede erosionar nuestra actual civilización, en exceso digital. Y el caso es que yo las primeras horas, a media tarde, sufrí cierta desazón, pero luego ya de noche, más tranquilo, pensé: «parte de la red se ha caído y da la sensación que hemos ganado más que perdido».

Pere Ferrer Sanchis, consultor en Comunicación en Agua y Sal Comunicación. Podéis seguir las andanzas de Pere en Twitter e Ig. Artículo publicado en la edición de octubre de El Periódico de Aquí.

Septiembre disruptivo

Días atrás nos preguntábamos en Agua y Sal Comunicación, nuestra agencia de referencia como no podía ser de otra manera, si ¿septiembre estresa o embelesa?

Y nuestra compañera Belén Villarroya analizaba pros y contras al respecto. Pero es que la verdad es que este no ha sido cualquier septiembre en la terreta. Y es que, como también le he visto comentar al excelso Delegado de esta plural cabecera, el shock nostálgico para un valenciano de sumar al fin del verano el fin o cierre en falso de las fallas a más de uno le va a dejar mal cuerpo y la rehabilitación mental va a ser lenta.

Y es que septiembre tiene eso, nos plantea una ruptura en todos los sentidos, incluso mayor que la que encontramos en enero.

Septiembre es el mes en el que nos volvemos a poner pantalón largo, quizás hasta zapato cerrado, para muchos supone la vuelta al ayuno, al gimnasio, el mes de los retos: haré este curso, taller, buscaré un nuevo empleo…

Septiembre es ese sabor agridulce que produce en los padres la tan ansiada vuelta al cole de sus hijos y el esfuerzo por el coste que a menudo supone.

Septiembre convierte de un plumazo a los meses de julio y agosto en un espejismo, es como un golpe crítico en nuestra línea de flotación, es el inicio de la carrera para resolver en el último cuatrimestre lo que no has podido lograr en lo que llevamos de curso.

Es la vuelta a la rutina política, a las mismas miserias que sus señorías aparcaron: los récords de la luz, el salario mínimo interprofesional, ‘los fondos europeos pa’cuando’, ‘el procés que mai es acaba’ como esa pandemia pesada y para remate un 11S con aniversario redondo… No me negarán que este septiembre no está siendo para nada como cualquier otro.

Pere Ferrer Sanchis, consultor en Comunicación en Agua y Sal Comunicación. Podéis seguir las andanzas de Pere en Twitter e Ig. Artículo publicado en la edición de septiembre de El Periódico de Aquí.

 

Septiembre, ¿me estresa o me embelesa?

Con el final del verano, como reza la canción, llega ese momento en el que muchos nos enfrentamos a un pensamiento.

El de enfocar el inicio de una nueva etapa, con todas las ventanas que podemos abrir. Hay personas que ven ese comienzo justo el día 1 de enero. Y hay otras, como la que suscribe, que ese comienzo lo ven en septiembre, coincidiendo con el arranque de un nuevo curso escolar. Quizá sea la niña que todavía llevo dentro.

Por eso creo que septiembre ‘embelesa’. Por ese horizonte de nuevas perspectivas que se pueden abrir. Aunque es cierto que también puede llegar a ‘estresar’ por cómo canalizar y organizar todas esas nuevas ideas y/o proyectos que ansiamos desarrollar después de haber descansado en verano.

Como sigo ‘embelesada’ quiero que dure esa sensación de fuerza e ilusión que dan las nuevas oportunidades. Retomar la ‘bendita’ rutina, con los niños en el cole. Los momentos de complicidad con los compañeros del trabajo. El deporte y las quedadas de fines de semana con amigos y familia. Esos pequeños momentos que nos llenan la vida.

Definitivamente, mi respuesta al titular sería: Sí, septiembre me embelesa.

Belén Vilarroya. Periodista y mamá, comunicación y redes en Agua y Sal Comunicación. Puedes seguirla en @Blenvilla