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El hastío mediático

¿Qué fue de La Palma y su volcán de Cumbre Vieja? ¿Dónde se metieron Casado y Ayuso? ¿Ya acabó la legislatura en Castilla y León? ¿Cuánto subió hoy la luz? ¿A qué hora pone, finalmente, la Ministra Ribera una lavadora? (ironía). O una más difícil: ¿Alguien recuerda la Prima de Riesgo? Así son los medios y así nos llevan hasta el hastío ¿o son ellos los que ante la caída de las audiencias dan un giro y ponen el foco en otro tema, otro sitio, otro conflicto?

Ya nos vino pasando con la pandemia, algo que siguen estirando, porque los muertos, los de cada día merecen un respeto, pero ya pocos entendemos si los decesos son de las últimas 24 horas, o si corresponden al conjunto del Estado, porque llegó un momento que los números se descuadraron y tan solo retenemos el dato de la incidencia acumulada por cada 100.000 habitantes, aunque vivamos en un núcleo poblacional con un cero de menos y entonces todo se vuelve más porcentual, más abstracto, más de tertulia de café literario para los que vamos más sueltos de palabra que de valores numéricos.

Los medios nunca han sabido relativizar, exprimen los asuntos, los temas y a sus protagonistas hasta dejarlos secos, nos imponen una agenda mediática, sin reparar en que muchas cuestiones no merecen un trato tan pormenorizado, si por ejemplo nos referimos a secciones de ‘corazón’ o ‘sucesos’. Es una opinión.

En cualquier caso, me conmueve la sociedad (personas anónimas, colectivos, ong’s y asociaciones) que estos días y siempre de forma desinteresada se movilizan por las gentes de Ucrania. Del mismo modo que proclamo mi más áspero rechazo a aquellos hipócritas pseudo progres que con la boca pequeña entonan un tibio rechazo a la injustificable invasión orquestada por ese personaje que es Putin, al que le debe haber generado el bótox alguna disfunción neuronal para acabar ordenando semejante perrería.

Y en este caso, si me pego a las noticias es para desear que la cordura se imponga ante tanta barbarie. Necesitamos dejar atrás una pandemia, recuperar nuestra salud mental, nuestra economía, nuestra vida como la conocíamos… Mientras en Ucrania, un país no tan lejano, luchan por salvarla.

¡Qué cesen pronto las noticias sobre Ucrania, quizá sería esa la mejor de las noticias!           

Artículo publicado en la edición de marzo de El Periódico de Aquí. Pere Ferrer Sanchis es consultor en Comunicación en Agua y Sal Comunicación. Podéis seguir las andanzas de Pere en Twitter e Ig.


Gracias y adiós, 2021

¿Cómo has vivido los pasados doce meses?, pandémico, frenética o como sea que te hayas sentido , se está acabando. Toca revisar, rememorar y agradecer, ¿por qué no? lo que nos haya enseñado, para dar la bienvenida a un nuevo año que llega envuelto en lazos de seda mental. ¿Cómo será?, ¿qué nos traerá? Recapitulemos y proyectemos pues, qué sera de «nos» en 2022.

Hemos vivido 2021 como en una montaña rusa: contagiados, confinadas, recuperados, vacunadas, pasando página y en estos últimos días de año, de nuevo preocupados. En lo laboral, primero a medio gas, luego cogiendo velocidad de crucero y acabando atacados. En lo personal y familiar, igual de frenético, porque los hijos e hijas, ya nos lo dijeron y no le dimos importancia, pero no nos permiten bajar el ritmo.

Así que para 2022 proyectemos mucha paz y perfeccionemos nuestra capacidad de relativizar. Seguro que nos ayuda y ayudaremos sin saberlo a terceras personas.

Pere Ferrer

En el plano profesional, 2021 ha sido para mí un año muy especial porque he entrado a formar parte del equipo de Agua y Sal Comunicación. Un equipo formado por compañeras y un compañero que me hacen sentir valorada y respaldada. A nivel personal, este año también ha sido intenso. Sobre todo, por la maldita pandemia que no da tregua a esta cabecita mía.  Sin embargo, me quiero quedar con lo bueno y me voy a quedar con lo bueno. Con ver crecer a mis hijas, que siempre llenan mis días de cariño, y con tener a mi familia y a mis amistades siempre a mi lado. Y eso es, precisamente, lo que le pido a este nuevo año que está a punto de comenzar. Tener y sentir el calor de mi gente siempre muy cerquita.

Belén Villarroya 

Este año que dejamos atrás ha sido un año de retos. La situación provocada por la pandemia nos está poniendo a prueba a todo el mundo y parece que llegamos a 2022 de la misma manera. En estos momentos, cuando aflora lo mejor y lo peor, me quedo con lo bueno, que ha habido mucho. Siempre gracias a un equipo resilliente y clientes y clientas que nos siguen apoyando. También ha sido el año de La niña amarilla y eso se merece todos los aplausos del mundo.

Al año que estrenamos le pido más empatía con todo lo que está ocurriendo, más comunicación y, sobre todo, más amor en todo lo que hacemos.

Desirée Tornero

En 2021 he recibido muchos regalos, y el más grande ha sido saber que me acompañan en la vida personas de una calidad humana increíble. Ha nacido un proyecto de vida que comparto con todas ellas, La niña amarilla, y que ahora es también de todas ellas. Desde Edurne Pasaban y las personas que dan su testimonio en el libro a mi familia, mis compis de Agua y Sal, mis amistades y aquellas personas a quienes me he ido encontrando viviendo esta increíble aventura, entre profesionales, supervivientes y sobrevivientes del suicidio. Estoy más que agradecida y abrumada del amor que hay en el mundo. Soy consciente del sufrimiento, de la enfermedad, de la muerte, del dolor y de la tristeza que también hay. Sé que forman parte de la experiencia vital y me han enseñado visitándome más de una vez; y, sin embargo, siento que en la balanza de la vida siempre pesa más el amor. Y proyecto más amor para todo el mundo durante 2022.

María de Quesada

Si miramos atrás, el balance es positivo. Buenos recuerdos en familia, proyectos laborales que han salido adelante y sobre todo que veo crecer a mis hijos. Una mirada alegre de tres años que te devuelve a lo importante en los días más difíciles y un preadolescente que cuando le pregunto qué le ha gustado de 2021, me dice que no ha habido apenas enfados y el baloncesto. Lo dicho, ellos saben lo que vale la pena. Para el próximo año, espero con ilusión las sorpresas que deparará y seguir aprendiendo cada día.

María José Moreno

Desde luego resumiría este 2021 con una palabra: SUPERACIÓN.

Este año nos ha puesto muchos retos por delante, montañas que parecían inexpugnables y de las que ahora, tratamos de disfrutar de sus vistas. Aceptando cómo ha sido la escalada hasta la cima, quedándonos con los momentos que han valido la pena y lo que hemos aprendido del trayecto que hemos recorrido de la mano con amor y respeto. Parece un tópico pero este año he sentido como nunca ese sentimiento.

Y en cuanto a propósitos, tiro de nuevo de los más manidos, en 2022 voy a cuidarme más en todos los aspectos de la vida.

Cora Raga

 

La estrategia de comunicación es la clave

La estrategia de comunicación de las empresas y de sus posibles distintas marcas siempre ha sido determinante para alcanzar el éxito empresarial. Otra cosa bien diferente es que, justo ahora, se reconozca más que nunca, debido a ese escenario cambiante post pandemia.

Si algo hemos aprendido quienes somos responsables de comunicación en las agencias es a sacar lecturas positivas tras una situación crítica. Y, vaya, sí lo ha sido y sigue siendo, el hecho de lidiar con un virus que ha afectado al ‘mundo mundial’, si se me permite la expresión.

Son muchas las lecciones aprendidas y es momento de que organizaciones y empresas pongan en práctica las conclusiones que sacan de ellas. Por nuestra parte, las agencias de comunicación, publicidad y/o relaciones públicas deben hacer valer esa función de acompañamiento, de marcar esa nueva senda que la sociedad demanda: mayor transparencia, proximidad y generar canales bidireccionales reales que permitan a las empresas y sus marcas analizar e interpretar los datos recibidos para lanzar respuestas adecuadas. Al tiempo que deben generar estrategias flexibles y cortoplacistas, porque el entorno ya hemos visto que cambia a velocidad de vértigo.   

Cómo nos ven

A las empresas y marcas ya no les vale ‘sacar pecho’ por sus logros, hitos o trayectorias. Tampoco es que carezcan de valor, pero sí que es verdad que el verdadero valor radicará en que quien consume, usuarias, clientela, personas asociadas o como queramos llamarles sigan confiando en nuestro trabajo mañana. Por eso lo importante hoy, en una estrategia de comunicación, es cómo queremos que nos vean mañana como empresa.

Y, desde luego, sin haberlo citado, estamos hablando en todo momento de incorporar la función digital a todos los procesos y en el área de la comunicación; porque la digitalización adquiere un papel, si cabe, más protagonista en el día a día de las marcas, organizaciones y compañías.   

Pere Ferrer Sanchis es consultor en Comunicación en Agua y Sal Comunicación. Podéis seguir las andanzas de Pere en Twitter e Ig.

La contracrónica de los V Premios AQUÍ TV

El premio es conseguir hacer una gala desde Bétera (València) para toda España  Han ido pasando los días y todavía me sorprendo de la capacidad que tiene el equipo que dirige Pere Valenciano, con él al frente, para montar semejante ‘pollo’ como el de estos quintos premios AQUÍ TV.

La idea era, en sus orígenes, entregar unos premios por votación popular, cubriendo el vacío que dejaron los desaparecidos TP de Oro. Reforzado todo ello por la debilidad que siempre ha tenido nuestro Pere, el Valenciano, por un medio como la ‘tele’. Por ello, y recuperando el argumento de inicio de los Vengadores de MARVEL (que me viene al pelo), la idea era reunir a una serie de profesionales capaces de salvar al mundo o por lo menos poder vengarlo. La organización de los Premios AQUÍ TV partía de la misma noble premisa: reunir a un gran grupo de profesionales, enfocados a hacer posibles unos premios nacionales a lo mejor de la televisión y con el reto de salir del círculo de poder de Madrid o de las ciudades – compromiso político que siempre ejercen Barcelona o Sevilla.

El premio

¡Vamos, que había que echarle ganitas! Y doy fe, como un humilde colaborador más, de esa larga lista de compañeros que hacen posible estos premios. Ruido vamos haciendo, el glamur, las celebrities, los rostros conocidos de la tele, año tras año, van in crescendo, al igual que la repercusión y el interés por medios especializados del panorama audiovisual.

Así que el verdadero premio es hacer realidad esta gala, sabedores de que los que la van conociendo son los mejores embajadores para la siguiente edición. Con el paso de los años, hemos visto cómo Canet d’En Berenguer, El Puig o Bétera se han convertido, con el refuerzo de València para el posterior programa de actividades, en muy buenas y dignas sedes para unos premios que rompen la barrera de la meseta y nos permiten un ‘Viaje al centro de la tele’ desde la terreta.

Artículo publicado en la edición de noviembre de El Periódico de Aquí.  Pere Ferrer Sanchis es consultor en Comunicación en Agua y Sal Comunicación. Podéis seguir las andanzas de Pere en Twitter e Ig.

Adolescentes y RRSS: ¿Por dónde empezamos?

Si juntamos estas dos palabras: adolescentes y redes sociales, seguro que como personas adultas, padres o madres nos planteamos: ¿por dónde empezamos? Y si encima somos ‘plumillas’ que comenzamos con una Hispano-Olivetti y que ahora nos defendemos en el plano digital: ¿y cómo acaba esto?

Desde luego, ‘la cosa digital’ irrumpió en algún momento de nuestras vidas como un ente de relleno, complementario. El mismo que con el paso del tiempo se ha vuelto indispensable y ha pasado a generar en muchos aspectos de nuestro día a día un entorno virtual cotidiano. Y la pandemia ha acrecentado ese tránsito de la realidad impersonal e individual en la que convive nuestro otro yo digitalizado.

¿Y cómo afrontan los y las adolescentes esta realidad que asimilamos? Porque ya han crecido conviviendo con ese plano digital. ¿Cómo les enseñamos las bondades y usos de la red sin caer en las trampas de la adicción, la imposibilidad de desconectar, la importancia de preservar su intimidad o la cautela de no ‘confesarse’ con desconocidos?

Control no, educación sí

Sinceramente, nunca he sido muy pro ‘controles parentales’, quizá porque como periodista de formación no me van las censuras. Bastante tengo con las que ya me impongo y ahí creo que radica el quid de la cuestión. Si en algo podemos ayudar a quienes atraviesan la adolescencia es en acompañar, aconsejar y educar para que sean ellos y ellas quienes en ese mundo individual aprendan a manejarse con criterios de rigor. Para que puedan madurar y discernir entre lo que está bien y lo que está mal, que sepan ponerse los mismos límites que les va a exigir también la vida real.

Me harto de decirles a mi hija y a hijo: ´´«Divertíos sin que implique perjudicar a terceros. No queráis para los demás lo que no querríais para vosotros. No transitéis solos por caminos desconocidos. Sabed guardar un secreto. No defraudéis a vuestras amistades. Y algo muy importante: si bajas la persiana cuando te vistes, ¿hace falta que te diga que esto sirve para este mundo en red?

Renglones torcidos

No podemos ser una policía censora, solo somos padres y madres, también es verdad que nuestro sofá o su habitación no son un parking para que  permanezcan aparcadas y conectados a una pantalla ya sea de TV, Play, Tablet o Smartphone, según el caso. Ahí es donde se ve nuestro verdadero papel como personas que educamos y cuidamos, y hay que saber repartir bien el tiempo entre estudios y deberes, familia, ocio o tareas domésticas. Al final, bendita sea la rutina, la que nos sirve para avanzar seguro, aunque veamos en el camino ‘renglones torcidos’.

Pere Ferrer Sanchis, consultor en Comunicación en Agua y Sal Comunicación. Podéis seguir las andanzas de Pere en Twitter e Ig.

 

Y se cayó la «Zucker-red»

¿El mundo ha entrado en una espiral de apocalipsis en bucle o es cosa mía? No voy a enumerar aquí y ahora todos los males que nos acechan, es curioso que sean tantos y de tan diversa índole.

Pero ha habido uno estos días atrás que duró apenas unas seis horas y que a muchas personas se les hizo interminable ¡Se cayó la red del todopoderoso Zuckerberg! Al carajo Face, Insta y ¡oh, mon dieu! El canal de canales… ¡WhatsApp!

Whatsapp en barbecho

Había que ver los memes que circulaban por las redes ajenas a míster Mark sobre la desolación de influencers, marketinianos digitales, los social media managers… cómo les afectaba el habla, los tik y los tok en sus ojos desorbitados, los nervios y calambres en las manos. Muchas madres cayeron presas del pánico al quedarse los grupos de WhatsApp en barbecho repentino; vimos adolescentes sin saber que el aparatito del que no se despegan también sirve para hacer llamadas, a modo de teléfono góndola; y pillamos a viejóvenes fieles a la red azul sin poder curiosear por los perfiles ajeno; a quienes aman los filtros sin poder adulterar su última foto.

Un triunfo para las T’s

Pero también había que ver cómo los canales de las dos ‘Tes’ se frotaban las manos y hacían chanza del mal del vecino. Me refiero a Twitter y a Telegram, los primeros se dieron un baño de multitudes al grito de: ¡pasen y vean a mi pajarito en mi pisito! Mientras que los dueños del segundo al ver sus nuevas y múltiples descargas le dieron al vodka como nunca.
Desde luego, fue un ensayo, del que ya habíamos tenido algún aviso con anterioridad, de cómo se puede erosionar nuestra actual civilización, en exceso digital. Y el caso es que yo las primeras horas, a media tarde, sufrí cierta desazón, pero luego ya de noche, más tranquilo, pensé: «parte de la red se ha caído y da la sensación que hemos ganado más que perdido».

Pere Ferrer Sanchis, consultor en Comunicación en Agua y Sal Comunicación. Podéis seguir las andanzas de Pere en Twitter e Ig. Artículo publicado en la edición de octubre de El Periódico de Aquí.

Septiembre disruptivo

Días atrás nos preguntábamos en Agua y Sal Comunicación, nuestra agencia de referencia como no podía ser de otra manera, si ¿septiembre estresa o embelesa?

Y nuestra compañera Belén Villarroya analizaba pros y contras al respecto. Pero es que la verdad es que este no ha sido cualquier septiembre en la terreta. Y es que, como también le he visto comentar al excelso Delegado de esta plural cabecera, el shock nostálgico para un valenciano de sumar al fin del verano el fin o cierre en falso de las fallas a más de uno le va a dejar mal cuerpo y la rehabilitación mental va a ser lenta.

Y es que septiembre tiene eso, nos plantea una ruptura en todos los sentidos, incluso mayor que la que encontramos en enero.

Septiembre es el mes en el que nos volvemos a poner pantalón largo, quizás hasta zapato cerrado, para muchos supone la vuelta al ayuno, al gimnasio, el mes de los retos: haré este curso, taller, buscaré un nuevo empleo…

Septiembre es ese sabor agridulce que produce en los padres la tan ansiada vuelta al cole de sus hijos y el esfuerzo por el coste que a menudo supone.

Septiembre convierte de un plumazo a los meses de julio y agosto en un espejismo, es como un golpe crítico en nuestra línea de flotación, es el inicio de la carrera para resolver en el último cuatrimestre lo que no has podido lograr en lo que llevamos de curso.

Es la vuelta a la rutina política, a las mismas miserias que sus señorías aparcaron: los récords de la luz, el salario mínimo interprofesional, ‘los fondos europeos pa’cuando’, ‘el procés que mai es acaba’ como esa pandemia pesada y para remate un 11S con aniversario redondo… No me negarán que este septiembre no está siendo para nada como cualquier otro.

Pere Ferrer Sanchis, consultor en Comunicación en Agua y Sal Comunicación. Podéis seguir las andanzas de Pere en Twitter e Ig. Artículo publicado en la edición de septiembre de El Periódico de Aquí.

 

Septiembre, ¿me estresa o me embelesa?

Con el final del verano, como reza la canción, llega ese momento en el que muchos nos enfrentamos a un pensamiento.

El de enfocar el inicio de una nueva etapa, con todas las ventanas que podemos abrir. Hay personas que ven ese comienzo justo el día 1 de enero. Y hay otras, como la que suscribe, que ese comienzo lo ven en septiembre, coincidiendo con el arranque de un nuevo curso escolar. Quizá sea la niña que todavía llevo dentro.

Por eso creo que septiembre ‘embelesa’. Por ese horizonte de nuevas perspectivas que se pueden abrir. Aunque es cierto que también puede llegar a ‘estresar’ por cómo canalizar y organizar todas esas nuevas ideas y/o proyectos que ansiamos desarrollar después de haber descansado en verano.

Como sigo ‘embelesada’ quiero que dure esa sensación de fuerza e ilusión que dan las nuevas oportunidades. Retomar la ‘bendita’ rutina, con los niños en el cole. Los momentos de complicidad con los compañeros del trabajo. El deporte y las quedadas de fines de semana con amigos y familia. Esos pequeños momentos que nos llenan la vida.

Definitivamente, mi respuesta al titular sería: Sí, septiembre me embelesa.

Belén Vilarroya. Periodista y mamá, comunicación y redes en Agua y Sal Comunicación. Puedes seguirla en @Blenvilla 

Verano 2021. Lo que hemos sentido.

Cada año nos gusta traer  de nuevo al paladar lo recién vivido en los días largos de verano. Por si podemos alargar su sabor y volver a sentir en la piel el calor del sol o las gotas del mar. Por si a través de las palabras os podemos hacer llegar parte de lo que nos conmueve y emociona cuando juntamos momentos entre personas queridas. Da igual el lugar, importa la sensación.

Cora nos cuenta: «Para mí han sido unas vacaciones de descanso y relajación, sin grandes trayectos ni ajetreos para ir de aquí a allá. Más bien, todo lo contrario, han sido de disfrutar de la casa en Tamariu y el entorno, pero sobre todo, de recrearse de la compañía, las paellas, la cocina y la sobremesa. Esas charlas distendidas que saben a recuerdos, a ponerse al día y a recuperar tiempo con amigos y familia. Han sido unas vacaciones de, maravillosamente, estar y deleitarse de ese sentimiento.

Qué nostálgico y agradecido perfume nos traemos de vuelta.

¡Que viva la vida!».

Pere comparte que ha sido «un verano pasado por agua» pero «en el buen sentido», «entre ríos, embalses, pantanos y piscinas, poca playa, eso sí. De ahí que nos ha quedado un #RuralSummer ¡total! Un tiempo de desconexión que hemos rematado con renovación de documentos varios caducados y pequeñas reformas caseras».

Nuestra directora Desirée no se ha ido muy lejos para disfrutar a lo grande. Relata: «Este verano he disfrutado de Dénia y sus aguas a tope. Me he enamorado del mar y me relaja cualquier actividad que tenga que ver con él. Además he descubierto un lugar maravilloso, el Jardín de l’Albardá, muy recomendable. Eso sí, para celebrar mi cumple me fui a mi pueblo, Ayora».

María huyó del calor conduciendo con su familia de cuatro hasta Navarra. «Regresamos a Lekunberri, que siempre llena de oxígeno los sentidos y de buenos pinxos la barriga. Después alquilamos una autocaravana y subimos hasta la Bretaña francesa, para descubrir el buen carácter bretón y alucinar con las mareas oceánicas que dejan playas de poco baño y mucha contemplación. También nos trajimos una petite multa.  Acabamos el recorrido con una visita a Torredembarra (Tarragona) para visitar a una familia amiga y remojarnos en sus aguas cristalinas. Leer, aprender a vivir en unos metros cuadrados y desconectar de todo lo digital ha sido mi regalito estival».

Belén «como todos los veranos», se escapó unos días a Altea con toda su familia. Comparte: «Este año, más que otros, por toda la pandemia,  me he dado cuenta de que lo que más necesitaba de Altea no eran sus playas, sino su gente. Retomar la compañía con las amistades que allí dejé. Y ver cómo crecen mis hijas en contacto con ellas. Es cruzar el túnel del Mascarat y ver el horizonte desde otros ojos. Creo que es precisamente ese punto exacto donde puedo decir que empiezan unas verdaderas vacaciones».

María José pone el titular de «Experiencia en el campo en familia». Y cuenta: «Podría haber sido un retiro de paz y recargar las pilas, pero los niños se encargan de que tus días sean un juego y una aventura. Persiguen gallinas, nuevas piruetas en la piscina, películas al aire libre, y mucho más. Al final, son unos días para retomar el tiempo para nosotros y celebrar logros importantes como el cumpleaños del patriarca de la familia que llegaba a sus 70 años con muchas ganas de seguir soplando velas».

Las vacaciones son un concepto abstracto que cada persona interpreta según su filtro personal. Este es el nuestro. ¿Qué has sentido tú en los días que te dedicaste?

De todos los colores y sabores

Hoy es el Día Mundial del Orgullo y, en muchos lugares, el del árbol. Pues vamos a regar bien el orgullo con amor para que siga creciendo súper colorido.

Todavía hoy, un tercio de las personas LGTB + en España no va a algunos lugares por miedo y la mitad de quienes tienen pareja evita darse la mano en público. Es indiscutible que somos seres únicos aunque se nos etiquete desde que nacemos. Primero: ¡ay, es igualita que su madre!, ¡la nariz del padre!, ¡el humor de su abuela! ¡será notario como su tío! (Puaj) Para después, incluirnos en un género social que aprendemos y por el que se nos sanciona si no acaba de cuadrarnos. Sabemos que la cultura provee al ser humano, al amparo de su racionalidad, de herramientas para modelar su identidad de muy diversas maneras. Vamos a regar de colores este día para que cada cual sea libre de expresarse como es y recibir solo amor a cambio. El amor no tiene edad, ni color ni viene determinado por nada ni por nadie. El amor ES.

El colectivo LGTB+ lleva casi toda la totalidad de la historia sufriendo discriminaciones, represión y violencia. En muchos países antes podías ir a la cárcel por tener relaciones con otro hombre (o mujer) y sigue pasando. Hasta 69 países criminalizan a día de hoy la homosexualidad en sus leyes, según el último informe Homofobia de Estado 2020 realizado por la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex (ILGA). De entre ellos, algunos como Somalia, Nigeria, Pakistán, Iraq, Mauritania o Arabia Saudita establecen la pena de muerte; otros, como Bangladesh o Myanmar, de diez años a cadena perpetua. Después están los que no criminalizan «supuestamente», pero que en la práctica es mejor no darle la manita a tu chica en público, como Rusia, Polonia, Serbia, Macedonia y un eterno listado de más países homofóbicos.

Cómo empezó todo 

La noche del 27 de junio de 1969 centenares de personas se divertían en el Stonewall Inn, un bar de Manhattan, conmemorando la figura de Judy Garland,  santa patrona de los gays, fallecida seis días antes. Fue entonces cuando llegó la policía para asegurarse de que no había «ratas mariquitas» haciendo de las suyas en el bar. Resulta que había más gays que polis, y aunque salieron ordenadamente, una vez en la calle, nadie subió al camión que se los quería llevar en arresto. Dicen que una lesbiana a la que trataban de poner las esposas fue la que lanzó el primer puñetazo. Olé por ella si así fue, y aquí el resto de la historia.

La bandera y el Orgullo en España y València

La primera manifestación del Orgullo en España se celebró el 26 de junio de 1977 y así hasta 2021, pandemia de por medio. El desfile del Orgullo de San Francisco del 78 fue el primero en el que aparecieron las banderas arcoíris y cada uno de los colores tenía un significado. Rosa para la sexualidad, rojo para la vida, naranja por la salud, amarillo por la luz del sol, verde por la naturaleza, turquesa por la magia y las artes, añil para la serenidad y violeta para el espíritu.

Este año la campaña del ayuntamiento dice: A València WE CALL IT orgull

Desde Lambda, colectivo *LGTBI+ por la diversidad sexual, de género y familiar, han convocado hoy la manifestación del Orgullo, que este año tiene como lema “Derechos Trans = Derechos Humanos”. Empezará a las 20 horas desde la Alameda (entre el Pont del Real y el Pont de la Exposición), y este año, por motivos obvios, no se celebrará ningún tipo de fiesta al acabar el recorrido.

Orgullo máximo. Todas las personas tenemos derecho a expresar libremente nuestro amor, y a quien le moleste que se lo mire.