¿Cómo vive la juventud en este mundo virtual?
Los tiempos evolucionan y con ello las maneras de comunicarnos. La gente más joven nos hemos ido adaptando a los nuevos medios, han surgido nuevas redes y han ido quedando atrás las que se solían utilizar hace años. Las personas adultas siguen presentes en las redes que aparecieron antes (como Facebook o LinkedIn), mientras nosotras/os no sabemos ni cómo funcionan y nos hemos iniciado con las que se han convertido en tendencia.
Tuenti, Musically y más
Hace aproximadamente diez años, Tuenti fue la primera red social con la que la gente de mi edad (tengo 19 años) empezó a introducirse en todo este mundo digital; luego pasamos a Instagram, y desde ese momento hasta ahora seguimos en ella. Además, en 2019 empezó a hablarse mucho de TikTok, que la continuación de lo que antiguamente era Musically. Todas son redes, pero cada una tiene un ambiente para comunicar muy diferente.
Últimamente, se está poniendo de moda la red social Twich, donde streamers transmiten vídeos en directo; aunque a mí, personalmente, no me llama la atención. Instagram se utiliza para subir fotos donde salgas guapo/a y para recibir elogios de quienes te siguen, y para compartir mediante publicaciones, y sobre todo historias, lo que haces en tu vida. No todo el mundo tiene la misma visión de esta red, pero la gran mayoría de la gente la utiliza para hacer ‘postureo’ y dejar ver solamente la parte bonita de su vida.
En cambio, TikTok es totalmente diferente, el ambiente y la comunidad de esta red es mucho más espontánea, subes vídeos de lo que pasa ‘realmente’ en tu vida, cuentas anécdotas graciosas y mucha gente sube vídeos dejando ver tal y como es, cantando o bailando, y con la finalidad de hacerse virales y que el resto te conozca porque «Ohhh, tú eres la del vídeo».
Influencers y haters
Todo esto está muy bien, sirven para entretenerse y muchas veces te sientes identificada con todas estas publicaciones, pero como todo, tiene una parte negativa. La gente que las utiliza muchas veces es gente anónima sin ningún tipo de escrúpulo para decir lo que piensa y muchas veces acabas creyéndote los comentarios de haters o haciendo que tu autoestima dependa de cuántos likes tiene el vídeo o foto, y cuántos comentarios de los que me han puesto son buenos y cuáles no, con lo cual, todo esto también es peligroso porque puede afectar directamente a tu salud mental.
Otro tema interesante del que hablar, y se puede relacionar también con la autoestima, son los y las influencers. Estas personas enseñan su vida a través de las redes: anécdotas, moda, situaciones cómicas, música… Esta gente tiene algo destacable por lo cual se han hecho populares y por ello muchas personas les envidian y empiezan a compararse, y otras muchas les admiran y apoyan.
Redes sí, ¿y en persona?

Pasando a hablar de la comunicación entre la gente más joven, las redes aquí también tiene su parte positiva y negativa. Por un lado, puedes tener contacto con quien quieras en el momento que quieras, y eso realmente es bueno porque estás constantemente hablando con tus seres queridos o con gente con la que directamente quieres comunicarte. El problema puede venir cuando no pasa de ahí y se desvaloriza el estar tomándote algo y hablando de la vida con cualquier amigo en un bar, porque como puedes contárselo por mensajes, ¿para qué vas a quedar con esa persona?
No digo que siempre sea así, pero mucha gente, y me incluyo, ha dejado pasar tiempo hablando por mensajes y sin ver a determinada persona cara a cara y poco a poco se ha ido perdiendo la relación. Esto también se ha visto afectado por la pandemia, es decir, se ha incrementado el estar en casa sin contacto físico y hablar por teléfono, con lo cual, nos hemos acostumbrado a ello.
También hemos dejado de lado los libros físicos para pasar a leer a través de una pantalla y escribir con un teclado en vez de con boli y papel, y eso también reduce la emoción y la intensidad con la que vives el momento de pasar la página y querer saber más de lo que está pasando.
En conclusión, las redes tienen sus partes positivas y sus partes negativas. Sin embargo, nunca tenemos que olvidar que todo está pasando a través de una pantalla y tenemos que vivir nuestro día a día en el mundo real.
Lara Merino es estudiante de Márquetin digital en Capitol y está haciendo sus prácticas en Agua y Sal Comunicación. La puedes encontrar en Instagram como @Larameerino