La intención de este post no es analizar la teoría de la evolución de Darwin ni desgranar el origen de la humanidad. Es una reflexión a raíz de la celebración de esta semana del Día del Community Manager, profesión a la que nos dedicamos muchos periodistas fruto de la evolución tecnológica de nuestra profesión dentro de la comunicación.
Desde luego, cuando decidí estudiar la carrera de periodismo internet era sólo una mera anécdota que todavía no había expandido su enorme potencial.
La Universidad de Periodismo se nutría de idealista con afán de comunicar como Gervasio Sánchez o Maruja Torres, aquellos que viajaban y transmitían lo que pasaba con pasión como Pérez Reverte y Rosa María Calaf.
La tecnología ha evolucionado mucho desde la década de los 90, pero la esencia es la misma, comunicar. Periodistas, community o bloggers se mueven por el mismo afán de comunicar, de dar a conocer la actualidad y saber que el público escucha. En mundo donde internet y las redes sociales tienen un gran peso, seguimos esperando el like o los comentarios constructivos para saber que llegamos a nuestro target.
Del mismo modo, la tecnología también hace cambiar otras profesiones. En la actualidad tenemos la problemática del taxi con la competencia de los Uber, coches con conductor que te llevan dónde necesites. El GPS ayuda a estos conductores a encontrar rápido a los clientes, y se mueven por aplicaciones de móvil.
Asimismo, otra noticia de esta semana ha sido el cierre de emblemáticas librerías por toda España que no han podido aguantar la competencia del todopoderoso Amazon. Un sector que se reinventa para sobrevivir a pesar de que ya muchos prefieren encontrar los libros o lecturas por Internet.
Por otro lado, surgen iniciativas que destacan por innovadoras como el proyecto de Crowdfarming promovida por agricultores. Una plataforma donde puedes apadrinar un árbol, un animal o un trozo de huerta, de esta forma consigues tus alimentos sabiendo de donde proceden y te conviertes en un Farmer. Porque la agricultura no debe desaparecer se buscan nuevas formas de acercar la naturaleza a tu mesa.
El mundo avanza cada vez más rápido, para los jóvenes es todo más fácil y para los que vamos avanzando con la tecnología no dejamos de evolucionar. Un constante aprendizaje en el que no podemos ni queremos quedarnos atrás.
Por María José Moreno, periodista y community manager