Una pareja de libro

Arranca la Feria del Libro de València y compartimos lecturas como 101 Relatos del Periodismo, en el que participan nuestro compañero, Pere Ferrer, y su mujer, Ana Coello.

Organizada por el Gremio de Libreros y la Fundación Feria del Libro de Valencia, esta feria es la segunda más antigua de España por volumen de actividades culturales. La 58ª edición arranca hoy, 27 de abril, y estará hasta el 7 de mayo en los Jardines de Viveros, una ubicación privilegiada que ofrece un marco incomparable para disfrutar de la literatura. A lo largo de sus más de 50 años de historia, la Feria del Libro de nuestra ciudad se ha convertido en una cita ineludible para el sector literario valenciano y para todos aquellos que buscan descubrir nuevos autores y obras.

Con motivo de tan esperada cita anual, compartimos algunas de las lecturas del equipo Agua y Sal para quien quiera sumarse a ellas. Son 100% recomendadas.

Nuestro compañero Pere, gran lector y ahora, además, escritor, nos ha sorprendido por segunda vez con su relato original sobre Julian Assange en el libro 101 Relatos del Periodismo. Una antología de 101 relatos literarios basados en historias periodísticas, conocidas o no, con mayor o menor difusión, o en sucesos acaecidos con periodistas de todo el mundo. En la misma obra participa también con un relato su mujer, Ana Coello, para hablar de IA en el Periodismo. ¡Una pareja de libro!


El libro consta de 101 relatos escritos por profesionales relacionados con el mundo del Periodismo, con un estilo libre, narrativo, de intriga, épico o lírico, y entre ellos están amistades y periodistas de siempre como: Vicent Climent, Alberto Gil , Alfons García, Esther Cerveró y Héctor González, Sylvia Costa, Cristina Chirivella, Mª José Pou y Arturo Checa o Santi Sanchis.

Desirée Tornero, de su última lectura Salvar el fuego, nos cuenta: ´«Guionista de, entre otras, Amores Perros, 21 gramos y Babel, de Alejandro González Iñárritu, Guillermo Arriaga, no deja de sorprenderte también como escritor. Su novela Salvar el fuego es explosiva. Sexo y violencia en estado puro y una relación amorosa que te lleva a límites insospechados. La cabeza te da un par de vueltas con la brutal historia de Marina (profesora de baile) y el preso José Cuauhtémoc». A leerla.

Nuestra compañera Nerea acababa de terminar La Sospecha de Sofía, de Paloma Sánchez – Garnica. Y aunque ella tenía claro que quería seguir leyendo novelas suyas, su idea era comenzar un libro muy diferente para intercalar géneros, tramas y momentos históricos entre lectura y lectura. Algo que no le fue posible cuando por pura casualidad cayó en sus manos Últimos días en Berlín. Lo divisó en la estantería de casa de una amiga y al cogerlo y leer las primeras páginas ya no hubo marcha atrás. ´«Bajo una lectura entretenida y sencilla se encierra un trabajo histórico muy bien documentado que hace un trayecto social, político y económico entre Alemania y Rusia, tanto de la época nazi como bolchevique. Porque cuando Yuri Santacruz asiste al nombramiento como canciller de Adolf Hitler, no podía imaginar lo mucho que iba a cambiar su vida en Berlín. Una novela que engancha en cada página y entretiene, mientras aprendes sobre dos épocas históricas de gran relevancia y te sumerges en la vida de personajes con mucha personalidad».

Álvaro nos ha sorprendido con La fórmula preferida del profesor (2004), de Yoko Ogawa. «Una historia de encuentros y cómo la aleatoriedad de estos – algunos dirán destino – puede marcar nuestra vida hasta cuando estas personas ya no están. Con la excusa de las matemáticas, la protagonista y el lector aprenden lo complejo de las interacciones humanas a través de las enseñanzas sobre la belleza de los números y sus relaciones que comparte el extravagante matemático sexagenario sobre el que gira la trama». Desde luego invita a su lectura.

María, enamorada de la literatura lusófona, ha devorado recientemente Contos exemplares, una colección de cuentos de la escritora portuguesa Sophia de Mello Breyner Andresen publicada en 1962. Su nombre hace referencia explícita al principio del libro, a las Novelas ejemplares de Miguel de Cervantes, «se les da el nombre de ejemplares, y si se mira bien, no hay una de la que no se pueda sacar una enseñanza». Entre ellos, María destaca Retrato da Mónica, la descripción de una mujer tradicional portuguesa en el contexto del régimen de Salazar. El personaje está inspirado en Cecilia Supico Pinto, mujer de Luís Supico Pinto, ministro de Economía del dictador y que tanto recuerda, también, al concepto de mujer en el régimen franquista. «Sin duda, una crítica maravillosa al régimen que burló todas las censuras de la época».

Cora empieza a leer Escucha, hermosa Marcia. «Una novela gráfica (regalo del equipo de Agua y Sal) que cuenta la historia de Marcia, una enfermera de un hospital cerca de Río de Janeiro, y de su hija, que ha crecido en las favelas, y se ha visto envuelta de lleno en una de las bandas de criminales de alto nivel. Una relación madre-hija compleja, que estoy segura de que se tensará hasta límites insospechados, pero que creo, que el hilo se irá bordando y fortaleciendo los vínculos». Investigando, Cora ha descubierto que el título hace referencia a una modinha, una canción de amor brasileña anónima del s. XIX. ¡No os la perdáis!

María José está leyendo El peligro de estar cuerda, de Rosa Montero. «Una obra que se mueve entre el ensayo y la ficción y que se adentra en el descubrimiento de la esencia de la vida, especialmente en la vida de los escritores. En ella expone los vínculos entre la creatividad y la inestabilidad mental, ya que, el oficio de escribir suele ser de personas intensas que necesitan vivir al límite. La escritora señala que leer un libro es meterte en la cabeza del otro, así que, al leerlo, conocemos parte de la vida de Rosa Montero: algunas aficiones, curiosidades, viajes y lo central de la historia, sus problemas de salud mental y las trágicas vidas de los escritores que le han impactado».

¡Ya podéis correr a por vuestras lecturas a la Feria, gente!

Hablemos del suicidio

Hablemos. Y empecemos por nosotros, los medios de comunicación y profesionales de la información. Pero, ¿por qué hablar del suicidio?, ¿en serio? Si siempre nos dijeron en la carrera de periodismo que ese tema mejor ni rozarlo. Pues nos equivocábamos, y ahora hay que desaprender lo que nos enseñaron y aprender a comunicar, y hacerlo bien.

Por cada vez que hemos silenciado una realidad que, lamentablemente, se lleva diez vidas al día, hablemos. Las muertes por suicidio duplican a las de accidentes de tráfico, superan en once veces a los homicidios y en ochenta a los de violencia de género y es la primera causa de muerte no natural en España. Pues empecemos a tratar el suicidio en los medios de una vez por todas y hagámoslo bien. Y aquí reside la incomodidad, que nadie nos enseñó ni enseñó a las personas que nos enseñaban. Entonces, ¿por dónde empezamos?

El silencio de los medios

Los suicidios aumentaron en Estados Unidos un 10% tras la muerte del actor Robin Williams en 2014. En España, los casos crecieron un 17% tras el suicidio de Antonio Flores en 1995. ¿Tuvieron que ver los errores periodísticos en estos incrementos? Las personas expertas creen que sí.
Fallar en el tratamiento del suicidio (publicitar el método, el lugar, simplificar las causas…) puede provocar un efecto contagio en personas vulnerables. Acertar, al contrario, puede ser un pilar muy importante en la prevención. Pero no es sencillo informar bien sobre el suicidio. Tantas décadas de silencio ha dejado al periodismo huérfano de formación.

Buscando, buscando, ha llegado a mis manos el libro Hablemos del suicidio, escrito por el periodista de tribunales y sucesos de El Diario de Navarra, Gabriel González Ortiz. Hoy en día, Gabriel González forma parte de la Comisión Para la Prevención de Conductas Suicidas del Gobierno de Navarra creando lazos entre las instituciones, profesionales de la sanidad y la psicología y medios de comunicación. En sus páginas, el periodista afirma: «Se trata de hablar, pero bien. Es la idea. No podemos detallar el método con el que se ha suicidado una persona, ni publicitar una nota de suicidio. Tampoco simplificar la causa ya que obedece a una multitud de factores». Por el contrario, hay que destacar el fenómeno global y divulgar las estadísticas, contextualizándolo siempre con las personas expertas, así como difundir estudios. También dar voz a las personas que han perdido a un ser querido y aquellos que han sobrevivido a una tentativa».

Esta es una pincelada de la mucha y valiosa información que recoge este libro necesario en todas las universidades de comunicación y periodismo de España. Aquí os lo dejo.

Internet habla de suicidio

El Consejo Audiovisual de Cataluña elaboró un informe en mayo de 2017 buscando en Internet todos los contenidos asociados al suicidio. En Google aparecían 18,7 millones de resultados. El Consejo estudió una muestra bastante amplia de este total y concluyó que el 10% (1,8 millones de resultados) eran contenidos de riesgo. Hicieron la misma búsqueda en YouTube y determinaron que más de medio millón de contenidos eran de riesgo. Es decir, ya se está hablando del suicidio, y no lo hacen precisamente las personas más indicadas. En este sentido, Gabriel González declaró en una entrevista con el Diario de Navarra que cree que los medios de comunicación, asesorados por los profesionales que saben de este tema, «debemos dar un paso al frente, ejercer nuestra jerarquía y cumplir con nuestra función de servir a la sociedad. Tenemos que contribuir a cambiar la conversación pública en torno al suicidio».

La niña amarilla

Cuando tenía quince años intenté suicidarme y, después de veinticinco más, me hallo inmersa en un proceso intenso y muy personal en el que estoy abriéndome al mundo para contar mi historia y la de otras personas que un día quisieron desaparecer. Se trata de un proyecto de libro en el que, bajo el título La niña amarilla,  cruzo al otro lado del miedo para contar los relatos de personas que alguna vez han tenido pensamientos suicidas o hayan intentado acabar con su vida, empezando por el mío.

Estoy convencida de que abrazar a nuestras/os niñas/os amarillos es el primer paso para digerir la experiencia y transformarla en amor, y ese es el objetivo. Por el camino, quiero abrir un espacio en los medios y en la sociedad para hablar de este problema social que nos hiela y paraliza, hasta el punto de hacer que estas muertes sean invisibles. Pues no lo son, el sufrimiento de las personas supervivientes continua, el estigma social está presente y la vergüenza y la culpa nos acompañan hasta que entre todos y todas decidamos romper el tabú y, por fin, hablar.

Pues hablemos de suicidio, y hagámoslo mejor.

María de Quesada es periodista y profesora de yoga. En Agua y Sal Comunicación gestiona RRSS y crea contenidos, puedes encontrarla como @MariaDeQuesada en las redes.