Comunicación de crisis corporativa

Todos estamos en riesgo. Las compañías deben de contar con la posibilidad de tener que enfrentarse a una situación de crisis. En momentos en los que sucede algo así, hay que reaccionar con rapidez, pero con prudencia y con mucha dosis de humildad y transparencia. Nos podemos equivocar, pero hay que aceptarlo y solucionarlo. Os damos unos consejos básicos:

Manual

Lo primero y más importante es contar con un manual que nos facilite la actuación llegado el momento de la crisis. Se trata de un documento que recoja los mecanismos básicos de actuación y el nombre de aquellos que forman parte del comité (directivos, responsables de área y departamento de comunicación).

Lo ideal es que la compañía pueda evitar errores propios, así no tendremos que llegar nunca a utilizarlo. Pero, si llegado el momento, tenemos uno preparado, todo será más rápido y fácil y evitaremos el pánico inicial.

Prudencia y humildad

Lo siguiente será recopilar toda la información del problema y cuando lo tenemos localizado e identificado aceptar el error con humildad. Nunca mentiremos ni daremos información falsa o confusa.

El silencio no vale

No podemos dar la callada por respuesta porque lo único que conseguiremos es enfado por parte de los afectados y de la sociedad en general. Responderemos siempre a una situación de crisis y lo haremos con transparencia, informando sobre cómo vamos a solucionar el embrollo.

Monitorización

Para poder adelantarnos a las opiniones negativas y de desprestigio tendremos que conocer lo que dicen de nosotros en los distintos canales sociales (medios, redes, grupos influyentes en la sociedad, etc). Nos será más fácil fijar estrategias de comunicación que puedan proteger nuestra reputación, pasando siempre por escuchar aquellas opiniones que nos proponen mejorar en algún aspecto y llevándolo a cabo, si está dentro de nuestras posibilidades.

Cuidar la comunicación interna / proveedores

No podemos descuidar a nuestros trabajadores, ellos forman parte de la compañía y como tal, deberán estar informados en todo momento. Además, son nuestros primeros suscriptores y nos podrán ayudar a trasladar nuestros mensajes a la sociedad a través de su entorno. Del mismo modo, debemos ser transparentes con nuestros proveedores ya que a ellos también les puede afectar nuestra crisis.

 Empatía con los afectados

Tendremos que resarcir a los afectados. Primero son las personas y por lo tanto la solución pasa por recompensar al afectado, que se sienta tenido en cuenta.

Reelaborar el manual de crisis

Al final deberemos recapacitar y poner sobre el papel lo que ha funcionado y lo que no, de manera que vayamos mejorando nuestro manual de crisis y nos ayude en próximos acontecimientos que puedan dañar la imagen o la reputación de nuestra compañía.

Si actuamos como toca conseguiremos el objetivo final que es recuperar la normalidad en el menor tiempo posible y sacrificar al mínimo nuestra reputación para evitar la pérdida de credibilidad.

¿Cuestión de imagen?

La figura de Presidente de Parlamento se está convirtiendo en los últimos tiempos en el estereotipo perfecto de la imagen que traslada la clase política a la sociedad. Se puede ser ‘chocho’ o caduco como el señor Posada, tanto como el Gobierno que lo nombró en su cargo. Se podía ser ‘reina por un día’ como Bono en su momento, cada vez que soltaba su discurso didáctico que removía de sus asientos a todas sus señorías, incluso las que provenían de su mismo partido. O un poco Jekyll y Hyde como el señor Cotino al descolgar su teléfono. Esto da para ponerse y no acabar, seguro que cada uno en su territorio y más desde que cada escasos 300 kilómetros hay un Parlamento, todos encontraran casos cuanto menos curiosos.

¿Diosdado firma por Adidas?

¿Diosdado firma por Adidas?

Pero lo que me llama la atención de manera chirriante que me daña la vista es el caso de Venezuela y esa moda de convertir el chándal en prenda de etiqueta, tanto es así que la puede lucir un diputado, un candidato de la oposición o el propio Presidente de la Asamblea Nacional. Qué se den de leches en el hemiciclo tiene su aquel, pero que el Presidente de la sala, ejerza como tal con chándal tricolor y lo digo desde el respeto a cualquier enseña, me descoloca.

¿No hay dress code en los Parlamentos del mundo mundial? ¿Será que los políticos están mutando hacia formas desconocidas alejándose del descrédito que señalan las encuestas?

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¿Y qué tiene que ver esto con la comunicación, dirán ustedes? Pues mucho, la comunicación no verbal, la gestual, incluso nuestra propia presencia y apariencia son la primera carta de presentación ante nuestros diferentes públicos. ¿Qué pretenden trasladarnos entonces sus señorías chandaleras? Y miren que los de aquí ya infunden poco respeto, por muy puestos que vayan. Pero y estos otros, los del chándal ochentero ¿Son una especie de superhéroes patrióticos al estilo del Iron Patriot(Véase Iron Man 3). Vale, pero ¿por qué si son tan amigos de sus colores patrios (algo que aquí, evidentemente no se entiende, que nos lo digan tras las últimas olimpiadas) lo hacen desde la estética del chándal? ¿Simplemente siguen los patrones de la moda que llega de La Habana? ¿O es una manera también de calar en el pueblo?

¿Qué quieren que les diga? Yo no llevo chándal ni para hacer deporte y nunca me vestiré de bandera. Soy apasionado del fútbol y nunca me he puesto una camiseta de mi equipo, ni he tenido nunca bufanda, ni creo haberme pintado la cara. Fui fallero y me tocó llevar una vez el estandarte, fue una vez y la última. Igual es que en este país, llamado España (algunos muchos) arrastramos un trauma que multiplica nuestro sentido del pudor y ridículo. Igual es que nuestros colores son tan chillones o más que los de Venezuela y la diferencia es que a ellos se la trufa. De ahí que lo hagan a diario, mientras nosotros como mucho nos reservamos para las grandes gestas deportivas, más al estilo de los loresingleses que en la intimidad se puedan vestir de mujeres. ¡Ay, así es la vieja Europa, corrupta y viciosa, pero siempre guardando las formas!

Pere Ferrer, Partner en Agua y Sal Comunicación // Colaborador en el blog Comunicación de Resistencia

Mima tu marca personal

e6b5d711dd4add193bc56b1fc6b7aa35Últimamente podemos escuchar en conversaciones, tertulias, cursos o conferencias la palabra Personal branding o, traducido al español,  Marca personal. Seguro que todos nos hacemos la idea de lo que significa este concepto pero realmente ¿nos paramos a pensar sobre nuestra propia marca? ¿sabemos que nos diferencia de los demás? y ¿Por qué hemos sido los elegidos, o no, entre otras muchas personas?

Tenemos que entender este concepto como nuestro desarrollo personal, pero no basta con tener claro cuál ha sido nuestro recorrido a lo largo de los años. Cuando nos ponemos a plasmar nuestro desarrollo personal y profesional debemos hacerlo elaborando, transmitiendo y protegiendo esa marca que, a partir de ahora,  nos va a identificar. Va a ser NUESTRA marca por lo que lo debemos hacer con sumo cuidado y mucha dosis de mimo.

Se trata de mejorar y mantener la buena percepción que el mundo exterior tiene de nosotros mismos. Para ello, lo primero que tenemos que averiguar es qué percepción tienen los demás sobre nosotros y si coincide con lo que nosotros queremos transmitir. Si nos damos cuenta de que existe incoherencia entre estas dos variables, algo estamos haciendo mal. Si nuestra marca personal no transmite lo que somos deberemos trabajar para conseguir el equilibrio.

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En el mercado existen varios manuales que pueden despejar nuestras dudas sobre esto del Personal Branding y cómo empezar a elaborar nuestra propia marca. El mejor negocio eres tu es un libro en el que el fundador de Linkedin, Reid Hoffmann, explica cómo gestionar tu carrera profesional como si de una empresa se tratase

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