La semana pasada celebramos un día muy especial para mí y para todo el equipo de Agua y Sal Comunicación. Inaugurábamos nuestra nueva oficina y celebrábamos una década de esta emocionante aventura.
Cómo empezó todo
Todo comenzó en 2014, cuando Guillermo Gómez-Ferrer decidió centrarse en la docencia y yo supe que quería seguir en el mundo de la comunicación. Así empezó mi viaje en solitario. Aún conservo algunos clientes de aquella época, a quienes quiero agradecer su confianza durante todos estos años.
Un año después, nació Agua y Sal Comunicación con mucha ilusión, ganas y una mezcla de vértigo y emoción que caracteriza a los comienzos. Fueron años intensos en los que estar en Botánico Coworking me ayudó a crecer y a consolidar la agencia.
El mejor paso: formar un equipo
Después de esos primeros años de crecimiento, llegó el momento más importante: formar un equipo. Hoy, diez años después, puedo decir con orgullo que Agua y Sal Comunicación no es solo una empresa, es una familia profesional. Una tripulación increíble que cada día aporta talento, entusiasmo y, sobre todo, buen rollo.
Quiero dar las gracias a Pere, Cora, María, Nerea y Paula. Gracias por vuestro esfuerzo, dedicación y por hacer de cada día una nueva oportunidad para crecer juntas. No podría haber imaginado mejores compañeras de viaje.
Historias que nos unen
Pere y yo nos conocimos hace años, cuando coincidimos tras el cierre de las agencias donde trabajábamos. No lo dudamos: empezamos a colaborar y desde entonces ya no sabemos quién es el Agua y quién la Sal. Gracias, Pere, por tu sensibilidad y dedicación.
De la mano de Pere vino Cora. Fue su alumna en ESIC y, cuando necesitábamos a alguien que nos echara una mano, ella llegó. Inteligente, educada, alegre y trabajadora, siempre resuelve los problemas con una sonrisa. ¡Gràcies, Cora!
A María la conocí en 2004, trabajando en la Mostra de València. Desde entonces, nunca dejamos de vernos. Polifacética y políglota, aporta cercanía y humor en cada proyecto. Ella, junto a su Niña Amarilla, son ya imprescindibles en Agua y Sal. ¡Obrigado, María!
A Nerea la conocimos en eventos náuticos, cuando trabajaba como reportera. Nuestro cámara, Pablo, siempre decía que ella debía formar parte del equipo, y tenía razón. Perseverante, profesional y con un enfoque saludable que nos ha cambiado. ¡Grazie, Nerea!
La última en llegar ha sido Paula, que con solo 23 años ya demuestra una madurez y profesionalidad increíbles. Su capacidad para comunicar y su disposición siempre positiva nos hacen saber que hemos acertado con su incorporación. ¡Thank you, Paula!
Gracias a quienes nos acompañan
No podemos olvidar a todas las personas que han estado a nuestro lado en este camino: clientes, colaboradores, amistades y familias. Vuestra confianza y apoyo han sido fundamentales para llegar hasta aquí.
Mención especial a Proava por el excelente catering de productos valencianos en nuestra celebración y a Coque Ruz por la cata comentada de tres vinos de lujo y a Forn San Vicent por esas cocas de locura que nos salvaron la vida a quienes no paramos de hablar. Gracias también al Coro Alameda + Sofía Ferrer por amenizar la velada con su sorpresa musical, al colectivo TAV por la decoración artística y a Fran de Sousa, porque sin él, no seríamos nada.
Una nueva etapa
Abrimos una etapa llena de proyectos emocionantes y nuevas ideas, pero siempre con la misma pasión con la que comenzamos hace 10 años. Hoy brindamos por el pasado, el presente y el futuro de Agua y Sal Comunicación.
Gracias por ser parte de esta historia y por seguir confiando en nuestro equipo. ¡Por muchos años más de comunicación, creatividad y #LaVidaBuena!